¡Hola!

Pues sí. Soy yo. Una periodista en paro que se ha metido de lleno en el interesante (y a menudo complicado) mundo de las redes sociales. ¿Qué busco en la vida? A parte de una oportunidad laboral... Ser feliz. Y eso creo que lo he encontrado :)



martes, 22 de marzo de 2011

El negocio del dolor

Esto ya pasa de castaño oscuro. Yo ya no sé a qué punto estamos llegando. Hoy se ha dado a conocer que la jueza ha llamado a declarar como imputada a Ana Rosa Quintana y a casi una decena de peridistas de su programa y del resto de la cadena. Y, si os digo la verdad, aún no he podido decidir si estoy de acuerdo con ello o no. Porque, veréis, esto es la punta del iceberg (o desgraciadamente no) de un tipo de "periodismodesucesos-dramáticofamiliarendirecto" que, a mi entender, arrancó de forma fulgurante con el caso de Marta del Castillo y que, poco a poco, ha ido degradándose, si no era ya demasiado degradante en su origen.

Los afectados son los primeros que quieren denunciar públicamente (incluso muchos lo hacen antes que en los canales oficiales y correctos) lo que les ha sucedido. Y las cadenas, TODAS, han mostrado hasta límites insospechados el dolor, el drama, el sufrimiento. Lo hacen de tal forma que una, y cuesta decirlo, ya no puede ponerse en la piel de nadie. Porque lo que antes era un periodismo de sucesos, se ha convertido en un circo. Mejor dicho, en el más cruel de los realities.

Cientos y cientos (quizás miles) de horas de informativos y programas dedicadas a la búsqueda, a lar econstrucción de hechos, a testimonios infundados (insignificantes, vanos), a la última hora (que viene siendo la hora de los últimos días, meses y años); a ruedas de prensa in situ o insuficientemente argumentadas como para cortar la programación, afectados que deciden no hablar pero están simultáneamente en todos los canales... Lo peor, para mí, es la postura de periodistas y tertulianos que se sienten parte de ese drama y bailan el agua y se erigen en defensores de la tierra, del mundo, o en firmes atacantes de aquellos que otros dicen que son los malos. Que no digo que no lo sean, que conste.

Siento que están traficando las vidas de personas desesperadas que, por estos mismo, por su desesperación, les lleva a salir en pantalla a las horas de la tragedia. A mi me impacta y, al tiempo, me molesta. Cada uno lleva su dolor como quiera, por supuesto, y lucha por "su" justicia. Pero ese, creo, no es el momento.

Esto ya está cogiendo un olor insoportable. Los últimos casos más conocidos de menores fallecidas de forma violenta suman casi 20 millones de entradas en el Google, por ejemplo. Y uno se pregunta ¿sirve de algo? Y, si no es así, aquí todos buscan su propio beneficio. Que es legítimo, pero en algún caso, tiene poco de moralidad. Hoy, el padre de una de esas pequeñas, recién conocida la sentencia de su caso se plantea su puesto dentro de un partido político. Esto es como mezclar churras con merinas. Y en el colegio me decían que el resultado sería, siempre, equivocado.

¡Qué pena! Si, al final, todos sabemos el resultado. La justicia, a seguir su curso, que para ello está, y las cadenas de televisión, y medios de comunicación en general, a estar al tanto de nuevas desgracias con las que olvidar tantas y tantas que han ocurrido y con las que llenar con el drama de innumerables programas o páginas . A eso lo llamo yo ser poco original o de capacidad reducida.

3 comentarios:

  1. Me parece muy bien. ¿Pero de quién es la culpa?. UN hijo vale muchas horas de tvs y horas de trabajo. Si me pasa a mí, no tengo tantos días de permiso y dinero para andar para aquí y para allá. Estoy totalmente de acuerdo contigo. La culpa no es de las tvs., es de quien las siga.

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  2. Estás en lo cierto. No se quien tiene la culpa pero...yo creo que muchos casos se resolverían mucho antes sino se hiciera tanta especulación mediática.Por ejemplo, es mi opinión, el caso de Marta del Castillo(pobre niña)sino hubiese sido tan oído, los tres niñatos esos habrían cantado ya,un par de leches y cantan, pero claro como sale todo a la luz eso no lo pueden hacer y llevan 2 años riéndose de esa pobre familia y de toda la gente que lleva el caso. Bueno ya me despido que ya di mi enorme opinión jeje.
    Nadia, sigue así para mí eras, eres y seguirás siendo la mejor.

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  3. Me ha gustado pero no estoy de acuerdo. Yo que he trabajado como periodista de sucesos, no se si por suerte o por desgracia pero la cuestión es que he trabajado en ello.
    El peridismodesucess-dramaticofamiliar existe desde hace mucho más que el caso Marta del Castillo, me atrevería a decir que incluso antes que el caso de Las niñas de Alcacer. Y mi propia experiencia me dice que la culpa es de todas aquellas personas que cada vez que hay una tragedia encienden sus televisiores para regodearse en el sufrimiento de una familia.Me he tenido que comer un montón de funerales en los que menos bonita te llamaban de todo y la verdad es que lo que menos te apetecía era estar allí y cuando estabas tratabas el tema con el mayor respeto posible.El problema es que te miran como si no tuviéramos sentimientos y eso no es real porque cuando se apagan las cámaras y los micros te vas a tu casa con una terrible sensación y de esto hace ya 5 años pero aun a día de hoy me acuerdo de familias, de unas más que de otras pero lo que sí recuerdo es ese sufrimiento desgarrador que algunos mostraban en sus palabras y en sus miradas.Que conste que no estoy de acuerdo con determinados métodos que hacen determinados programas, pero no digamos que son los periodistas porque en la mayoría son mil euristas que ni pinchan ni cortan.

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